ESTRATEGIAS DE MITIGACIÓN Y CONTROL DE RIESGOS LOGÍSTICOS

El riesgo es inherente a la logística, pero con las estrategias adecuadas, se puede convertir en
una ventaja competitiva. Una vez que ha identificado los riesgos potenciales en su cadena de
suministro (desde retrasos en el transporte hasta errores en el inventario), el siguiente paso es
construir un sistema de prevención de riesgos robusto.
Este sistema se basa en tres pilares: controles internos, tecnología y capacitación. Juntos, no
solo mitigan los riesgos, sino que también impulsan la eficiencia y la rentabilidad.

En ALDESA sabemos que una operación logística eficiente y confiable comienza con sólidos controles internos, que se convierten en la primera línea de defensa para garantizar procesos correctos, transparentes y libres de riesgos.

Entre las prácticas más importantes se encuentran la segregación de funciones, que establece un sistema de doble verificación para evitar errores y colusiones; las auditorías internas periódicas, que permiten identificar y corregir debilidades antes de que se conviertan en problemas; y los controles en los procesos, que aseguran la supervisión en cada etapa del flujo logístico, desde la recepción de mercancías hasta la carga final.

La tecnología ya no es un lujo, sino una necesidad para garantizar operaciones logísticas seguras y eficientes. Gracias a ella es posible automatizar tareas, reducir riesgos, obtener información en tiempo real y tomar decisiones basadas en datos.

Entre las principales herramientas que transforman la gestión logística destacan los Sistemas de Gestión de Almacenes (WMS), que permiten rastrear inventarios, alertar sobre niveles críticos y automatizar procesos para reducir errores humanos; la Robótica y Automatización, con el uso de AGV, brazos robóticos, drones y escáneres inteligentes que optimizan el manejo de mercancías, mejoran la precisión y protegen al personal; y la Analítica de Datos, mediante plataformas que identifican patrones de riesgo y ayudan a anticipar problemas en la cadena de suministro.

Sabemos que ningún sistema, por avanzado que sea, funciona sin el compromiso y la preparación de las personas que lo operan. Por eso, el factor humano es clave en cada etapa de la cadena logística y la capacitación continua se convierte en un pilar fundamental de nuestro trabajo.

Todos nuestros colaboradores, desde el personal operativo hasta los gerentes, reciben formación constante sobre normas de seguridad y control, asegurando que los procedimientos se conozcan y se cumplan de manera rigurosa. Esta preparación se complementa con la promoción de una cultura de seguridad y calidad, en la que la precisión y el cuidado no son solo reglas, sino valores compartidos que motivan a nuestros equipos a identificar riesgos, proponer mejoras y reconocer los esfuerzos para optimizar procesos.